Algodón orgánico bajo la lupa

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Actualmente varias entidades del sector textil se encuentran envueltos en una controversia sobre la comercialización por grandes marcas de moda, de productos etiquetados como “algodón orgánico” que supuestamente contienen partes de algodón que ha sido alterado genéticamente.

Según la edición alemana de Financial Times algunas de estas grandes marcas como H&M y C&A y su ente certificador Control Union conocían esta posibilidad aunque decidieron mantener la calificación de “orgánico”.

Varias de las empresas y organizaciones involucradas en el escándalo han salido al  paso y cuestionado la validez del artículo del FT. Control Union ha declarado que  investigará la información manejada por el medio para llegar a la conclusión de que 30% del algodón orgánico vendido en Alemania contiene AG (alteraciones genéticas).

H&M ha declarado que eran conscientes de que la entidad regulatoria de la India había denunciado a Control Union la insuficiente inspección de los sistemas de producción del algodón por parte de ciertos agricultores. Como consecuencia de esta crítica CU realizó auditorias no anunciadas a todas las plantaciones de algodón orgánico que  certifican en la India.

Según LaRhea Pepper, directora de Organic Exchange, organismo dedicado a la promoción del algodón orgánico, “el algodón AG se procesa en el mismo lugar que el algodón orgánico por lo que siempre habrá una posibilidad de contaminación. Nuestra misión es tratar de mejorar la integridad del algodón orgánico”.

Todavía quedan muchas cosas por aclarar en este tema tan controvertido, pero sí hay algo que podemos destacar. Es el segundo “escándalo” este mes de RSE que protagoniza la cadena multinacional H&M, empresa sueca que ha apostado fuerte por varias iniciativas y programas de RSE. A mediados de enero, fue denunciada por parte del New York Times sobre el deshecho de bolsas llenas de ropa de una de las tiendas de Manhattan. La ropa había sido cortada para que no se pudiera ni usar ni vender en otro lado.

Vale la pena valorar el efecto que estos sucesos que involucran a H&M ha tenido en el público y su importante repercusión a través de los medios sociales. Las dos historias  corrieron por la blogsfera con rapidez y de manera contagiosa. Las cuentas de facebook y twitter de la compañía de moda se inundaron de quejas y propuestas de boicot de la marca.  La respuesta de H&M fue rápida y conciliadora, con promesas de investigar a fondo y rectificar lo necesario. Si de algo sirve esta situación es para demostrar que los clientes están ahí, atentos a todo, lo positivo y lo negativo, y saben cómo contarlo, difundirlo y valorarlo.

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